10.15.2008

Sobre este maldito vicio

Escribe. Escribe, que escribir calma el espíritu y aleja el dolor. Escribir aclara la mente y deja lo turbio en el papel. Escribe. Escríbete a ti. Cuéntate que te alegra, que te aterroriza y que te duele. Escríbete cartas de amor. Escríbete pendejadas, seguro te alejarán de las palabras que rebotan y rebotan en tu cabeza y te acercarán a la palabra que eres tú. Escribe hasta el cansancio, hasta que te duelan las manos y el ser. Escribe sin pensar si serás leído. Un día, al final, entre todas las palabras, descubrirás el nombre que te ha sido dado. Y podrás entonces, seguramente, leerte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Encontrarse de nuevo con el papel y la tinta, sentir como la punta de la pluma se desliza por si sola y volver a experimentar la maravilla que es que las ideas se agolpen en la mano y que ésta parezca en ocasiones lenta para escribir todo lo que dentro de nosotros quiere exisitr expresándose en el papel...

Gus dijo...

Exacto. Te manejamos lo que viene siendo la inspiración, mijo...

Anónimo dijo...

Tienes Razón, empezaré en esto de la escribida/cantada gracias mil por los consejos y mi estabilidad emoecional

Anónimo dijo...

Mientras "no me rayes mis cuadernos".......todo está de perlas,

Mercury.