2.26.2010

Feliz cumple, blog!

Hace dos años que comencé a escribir pendejadas publicar en este blog. Al inicio y durante exactamente un año, me lo tomé muy en serio y no creía que valiera la pena escribir muchas de las cosas que venían a mi mente y menos aún relatar mi cotidianeidad. Al final de ese año comencé a darme cuenta de que ésa era justamente la escencia de un blog y comencé a publicar con mucha más frecuencia y hasta un contadorcito le puse por purititito ego (eso quéeeee?).

Hoy se cumplen dos años del primer intento y un año del segundo y afortunadamente mi ego no se nutre del número que aparece en el contador, porque entonces estaría casi en inanición. Pero visitas más o visitas menos, en este espacio virtual hago realidad lo que se me antoja, he conocido a otros blogueros, otras formas de pensar y hasta he hecho amigos, sin contar que con algunos de ellos creé, naturaleza cibernética, un blog colectivo. Me hecho de fanes y soy bien fans de algunos blogs. De algunos otros fui fans y luego ya no. De otros más debería ser fans, pero ni tiempo de seguirlos como se debe. Pero aquí estamos, al pie del cañón de las palabras, compartiéndolas de lo más sabroso con muchos, pero sobre todo saboreándolas pa' adentro (y a las palabras también). Así que no me queda más que agradecerle al espacio vivo que me permite hacer esto y que cumple un aniversario más:  ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, BLOG!!

Y aunque no soy de poner este tipo de fotos, el blog se merecía un regalo en su cumple y que mejor que un producto nacional.

2.23.2010

Y líbranos del mal

PADRE
Puse las manos sobre su espalda desnuda. Ella temblaba. No quise hacerlo, pero su pinche vocecita chillona me tenía hasta la madre. No hay quien escuche, ni quien entienda. Pero deberían escuchar sus gritos, todos los días y a ver si no hacen lo mismo, pendejos. Ella no hablaba, sólo sollozaba. Eso me desesperab más y le grité. Mi grito me asustó y quise dejarlo todo, salir corriendo. Pero la tomé en mis brazos y la llevé al baño. Esperé a que el agua saliera tibia para enjuagar un poco de sangre que tenía en un codo. Me sentí una mierda. Ella tenía la culpa de que me sintiera así. Maldita bastarda. Apreté los puños y mi quijada. Respiré. No, no era una maldita bastarda, pero por qué m hacía sentir así? La llevé al cuarto y la cubrí con una sábana. Quise darle un beso en la frente. No pude, sería hipócrita. Un "todo estará bien" subió por mi pecho, pero nunca alcanzó la boca. Se murió de pena. Y no me digan que no les ha pasado, pendejos, porque es mentira.

HIJO
¿A qué Dios le rezas, ingenuo? ¿De que mal ha de librarte? El mal no existe, sólo tus miedos. Tu gran y ancestral miedo a la oscuridad. ¿Pero qué es la oscuridad si no la sombra que proyecta la luz al dar contigo? ¿Le tienes miedo a tu sombra, mono sin pelo? Para que exista una necesariamente existirá la otra. Luego, o haces de tus demonios tus amigos o los escondes. Si ellos contigo, quién contra ti? Si no te atreves a mirarlos a los ojos, si no puedes sostenerte la mirada, no importa cuanta luz incida en ti, tu sombra será siempre tu lastre más grande.

ESPÍRITU
Inhalas profundamente. Mejor dejarlos salir y sentirte dueño de todo. Eres el todo. A webo. No hay quien pueda resistirse a ti. El calor, tu cuerpo, el sudor. ¿Cuántos cuerpos, cuántos orgasmos? ¿Cuántos ángeles pueden bailar en la punta de tu verga?

2.12.2010

Familia moderna

La escena: mis papás, mis hermano y yo, en el coche familiar, saliendo de festejar el cumpleaños de mi padre.

Yo: No pues depende, yo a Eugenia sí le he gritado en sus conciertos "¡Eugenia, cásate conmigo!"
Mi hermano: Sí cabrón, pero ya te quiero ver cuando la tengas enfrente.
Mi papá (refiriéndose a otra plática): mmsagasahhh...puto!
Mi hermano y yo (a coro): Eeeeepa!
Mi hermano: ¡Qué llevado! Si viene bien calmadito...
Yo: ¡Un poco de respeto para las minorías presentes en este carro!

(La participación de mi mamá se limitó a emitir sonoras carcajadas)

Qué bonita familia, qué bonita familia.

2.09.2010

Física y química

Digamos que usted es un tipo atractivo. Digamos que, además de eso, es usted un tipo cachondo, caliente, un animal sexual, pues. Digamos que gracias a lo anterior, no se le dificulta entablar relaciones eróticas, fugaces o sólidas, con otras personas. Pensemos entonces por un momento que conoce a alguien, le gusta físicamente desde el primer momento y comienzan a salir. El tiempo pasa, fiel a su costumbre y ustedes se hacen pareja. Digamos que pasó por alto un pequeño detalle: desde la primera noche, el sexo no fué lo máximo. Sin embargo, algo nos hará pensar que continúa el juego porque la persona en cuestión tiene otros atractivos. Aclaremos pues, que con el paso del tiempo, va descubriendo más características interesantes en esa otra persona: características que van de lo adorable a lo inspirador. Pensemos que él encuentra en usted características que lo apasionan, lo enamoran y lo hacen sentir bien. Siendo así, el detalle, no por conocido no significativo de una aparente falta de compatibilidad sexual, sería pasado por alto. Pero regresemos al punto de partida, al punto en el que aclaramos que usted es un animal sexual. Si nos adelantamos en el tiempo, no será difícil encontrarnos con un punto de tensión, un punto donde la falta de aquéllo indispensable puede llevarlos de la rutina a la búsqueda y la ruptura. Entonces, imaginemos que tiene usted un momento de iluminación: contraviniendo los deseos que imaginamos conservadores de su pareja, pone en práctica algo que se dijo a sí mismo una vez: Si no hay química, cómprala. Supongamos entonces que se dirige a alguna tienda donde venden todo tipo de artilugios para el deseo carnal y compra un pequeño frasco con un elíxir. El contenido ya lo conoce, ya lo ha usado y le ayuda a liberar más (si es que eso es posible) al demonio sexual que vive bajo su piel. Pensemos entonces que lo usa en un momento de intimidad, casi sin que él lo note. Veremos entonces que los resultados son maravillosos. Intuyamos entonces que, consecuencia natural, su par nota la diferencia y, liberándose de prejuicos, le pide usar el elíxir él también. Y el sexo salvaje llega a su vida matrimonial. Nosotros no lo sabemos de cierto, lo suponemos.

¿Cómo no te voy a quereeer?

Pos no se ustedes

pero esta vez sí me gusté. Pásenle a la mesa pa' que entiendan de que hablo.

2.08.2010

Inventos que (sí) cambiarían al mundo I

EL TRADUCTOR DE PENSAMIENTOS

La inspiración es una amante caprichosa.

Cuando te dedicas a transformar ideas en palabras y viceversa, cuando le entras al cachondeo de la creación de historias, cuando te comunicas a través de lo que escribes, te das cuenta de lo que escribí al principio. Pero también te das cuenta, humano ingenioso que eres, que puedes utilizar medios para aprovechar al máximo su presencia, sus visitas o sus llamadas. Puedes inclusive, retenerla a la fuerza por instantes. A fin de cuentas es tu inspiración, no? Para ello escritores, periodistas, guionistas y demás fauna variada que desea atrapar a la inspiración antes de que se vaya, han utilizado por decenas de años los más variados instrumentos de captura: desde contar siempre con pluma y papel, hasta tener siempre la computadora portátil encendida, pasando por las grabadoras (portátiles también) y las notas de texto en los teléfonos móviles.

Sin embargo este humilde vomitador de ideas nunca ha comprado una grabadora y con frecuencia ya perdió la mitad de la idea cuando abrió su computadora portátil. Y el mundo se está perdiendo de grandes cosas. Entre otras, Todos los besos, Bienaventurada, El proyecto primogénito, El Otro y El Vengador estarían ya terminadas, si no publicadas, si existiera un artilugio capaz de transformar las ideas en texto. Y de hecho, no es tan difícil. La nanotecnología, los avances en redes neuronales y la comprensión actual de los procesos electroquímicos relacionados con el pensamiento me llevan a creer que estamos a pocos años de contar con un traductor de pensamientos. De hecho, mientras escribo esto también busco en la red y me acabo de encontrar con ésto. O sea que no estoy tan pirado. ¡Eso sí revolucionaría al mundo! ¿Saben cuantas mentes brillantes están perdidas por ahí, con miedo de expresar sus ideas? ¿Cuántas buenas ideas son desechadas al año por sus creadores, porque no tuvieron el tiempo de ponerlas en papel?


Ahora, que nuestra naturaleza humana es también nuestra mayor enemiga porque ¿Cambiaría el hecho de contar con un traductor de pensamientos nuestra disposición a expresarlos? No lo creo. ¿Pondría al alcance de más personas ideas que potencialmente mejorarían su calidad de vida? Puede que sí, pero adoptarlas dependería también de cada quien. Por último: democratizaría el acceso al conocimiento? Eso sin duda, sólo faltaría que la gente tuviera el deseo de tener acceso a dicho conocimiento y se diera cuenta de su poder. Pufff, kind of things that make me say XIALE. En fin, parece que tal clase de invento sólo le cambiaría la vida a tipos como yo, que no quieren que se les escapen las ideas. Y sólo beneficiaría a tipos como ustedes, que podrían tener una entrada diaria en este y otros blogs. Bueh, y publicaría mis novelas. Y me haría rico con ello. Claro y luego los gobiernos y las corporaciones buscarían generar una red para robarse las ideas y crear estados totalitarios (mmm, creo que eso ya existe). ¿Y los derechos mentales de autor? Sí, claro, luego saldrían con que Todos los besos se les ocurrió a Fabiruchis y Shanik Berman. Lo dicho: xiale. Creo que tendrán que seguirse chutando ocho o diez entradas por mes. Al fin que ni me pelan.

Ojalá no me lea Steve Jobs, ya le di ideas.

2.07.2010

Si me comprendieras

Hay días que me da por pensar que algunas de las cosas que hago sólo tienen sentido para mí. Bueno que pensándolo un poco más, esto debe ser común para todos los humanos, aunque no estoy del todo seguro. Y me da por pensarlo porque me doy cuenta de que (como supongo es normal) muchas veces los demás no pueden comprender por qué actúo de tal o cual manera. O simplemente no están dispuestos a intentar entender un punto de vista con el que difieren por completo. Pienso, como adolescente romántico, que no me conocen y que ahí está el meollo del asunto.

Tomemos por ejemplo a mis hermanos. Con mi hermano la comunicación es poco fluida, aunque tenemos puntos de vista muy similares respecto a varios temas. Es normal, para él siempre ha sido algo complicado expresar de manera concisa sus ideas (se enreda solito, pues). Con mi hermana la comunicación es frecuente, pero el entendimiento muy esporádico. Sin embargo, un punto que tienen en común, es que ninguno de los dos lee este blog. Ni mi mamá. No es que sea manda, pero si cualquier persona de mi familia tuviera un blog (mi papá no cuenta, ha publicado dos entradas) decía, si tuvieran un blog, publicaran algo en un periódico, revista o cualquier medio, sería su más asiduo lector. Porque leyéndolos los conocería mejor. Tal vez porque el mejor medio que encuentro para comunicarme es el escrito.

Me da por pensar que si muriera hoy mismo, este blog sería como el diario que encuentra la familia en el cuarto vacío del muerto. Lo encontrarían hurgando entre mis cosas y entonces comenzarían a conocer de verdad al que vivió a su lado. Entre lágrimas y nostalgias, pensarían "de verdad éste era este wey?". Eso sería triste. No para mí, pero para ellos. ¿Curioso, no? Escribimos para ser leídos, porque esperamos que así sea. Entonces comenzamos a existir en la mente del otro.

En fin, no se ni por qué chingaos me seguí por este camino. Venía en el autobús de camino a Puebla pensando barbaridad y media, entre ellas ésta. Y después me vino a la mente esa canción. Y que me la encuentro en Tutubo, cantada por El Príncipe y Pepe Jara. Sí, la prehistoria para algunos (hasta para mí). Y ya.

2.02.2010

Trabajar

Dicen que Hipócrates dijo "Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento". Yo ni estaba ahí ni me consta, pero lo creo porque Hipócrates era muy de decir cosas así. Para el tema que hoy me pone a escribir, querid@s mí@s, yo refrasearía "Que tu trabajo sea tu pasión y tu pasión sea tu trabajo". Me queda claro cuando veo a Bailarín y a muchos de mis amigos artistas, que pertenecen a esa raza que de verdad trabaja en lo que ama. Algo así lo he repetido desde hace mucho tiempo pero hoy más que nunca creo que es cierto. Y lo creo porque ando un tanto como loco, después de aceptar la propuesta de una de las empresas para la que ya había trabajado. Porque hoy me queda claro que aquí me voy a retirar. Porque me queda claro que, gracias a esta chamba y a la otra, me retiraré a los cuarenta años. Porque, a pesar de que me están pagando muy bien, no lo estoy haciendo por el dinero, si no por el placer de construir.

Los que siguen este blog (si es que alguien lo hace) sabrá que casi todo el año pasado me dediqué a desarrollar un negocio de mercadeo en redes en Xango. Es mi trabajo, es algo serio y es algo que me apasiona. Siempre me habían gustado las ideas del mercadeo en red, pero nunca había emprendido un negocio con seriedad. Cuando se puso en el camino en el momento correcto, la necesidad hizo el resto. Y comencé a hacerlo con la idea de ganar mucho dinero y de poner en práctica muchas teorías de desarrollo personal. Sin embargo, a seis meses de iniciar el negocio, mi verdadera motivación son el reto de hacer algo diferente y el ayudar a la gente a desarrollarse y cambiar su vida para bien. Exacto, suena muy idealista. Por eso es justamente que lo hago! Porque soy un pinche wey idealista, entonces el trabajo en el que mejor me irá es áquel que me apasione y que represente un reto para el cazador de molinos de viento. Y, cosa curiosa, una vez que entendí eso, llegó la otra oferta de trabajo, la que me da mucha tranquilidad económica en lo que mi negocio de redes crece. Pero más aún: la chamba llegó como la oportunidad de terminar algo inconcluso. No están ustedes para saberlo ni yo para contárselos pero hace años, cuando salí de la Universidad, anhelaba trabajar para DuPont. DuPont fue la segunda empresa para la que apliqué cuando llegué al DF y me bateó bien sabroso cuando ya había casi llegado al final del proceso. Resultó que terminé trabajando para Praxair a quien tantas cosas le agradezco. Peeeero, un año después, me llamaron de DuPont para unas entrevistas. Yo todo emocionado dije que sí, fui a las entrevistas, a los grupos de trabajo en los que detectan a los líderes y todas esas mamadas. A lo largo del proceso, fui detectando que la actitud de entrevistadores y empleados era bastanta prepotente. Era como "esto es DuPont y muchos quisieran estar aquí". Pa' no hacérselas más larga: zas, que me quedo! Pero después de un proceso tan tedioso, de sentirme en medio de un ambiente que no me gustaba, en la última entrevista, el tipo me preguntó
- Y...dado el panorama, qué le ofrecerías a DuPont?
- Yo creo que nada, porque no voy a aceptar su propuesta.
¿A qué viene todo esto? Ya ni me acuerdo..ah sí: a que la otra cosa que traje mucho tiempo metida en la cabeza fue trabajar para una empresa mexicana que fuera una chingona en su área. Claro, ahí estaban Telmex, Cemex y hasta Miguelito. Pero no, la vida me puso aquí, donde estoy hoy, que son de los mejores en lo que hacen (ya les platicaré) y me dió la oportunidad de terminar lo que comencé hace casi cuatro años con ellos y que dejé por una oferta en lo que me ofrecían no era otra cosa más que dinero.
La famosa vista de mi oficina

Pero no es todo. Esas no son mis únicas chambas. Esta este blog, la chamba que más he descuidado últimamente. También está Mesa para 9, que no he descuidado tanto. Y aunque dicen que el que sirve a varios amos con alguno queda mal, creo que si esos varios amos tienen el mismo rostro de la pasión, lo único que puedes esperar es quedar bien con todos. Y...no sé. Cuando alguien me mira aliviado, emocionado o sonriente, después de haber compartido llanto, de escuchar o de dar un mensaje que aclara la mente, cuando alguien cree que hice algo bueno y me dice "gracias", tiendo a contestar "No hay nada que agradecer, ésa es mi chamba, la de deveras". De verdad no sé, pero me da por creer que es así.