4.30.2009

El soundtrack de tu vida (II)

Sigo con este conteo, sobre todo motivado porque el tocayo Thomas me dejó un comentario (gusto y honor). Desafortunadamente de la mayoría de estas canciones no tengo videos en mi compu y tendremos que seguir remitiéndonos a YouTube prohibido en China y con el problema de embedding. En fin...pa' que si no las conocen, las escuchen este fin de semana laaaargo.

4. Haja o que houverComo atinadamente dice un amigo portugués en un comentario al video de abajo: a humanidade agradece. Madredeus es uno de esos grupos que se da muy de vez en cuando. La voz de Teresa Salgueiro y el gran talento del resto del grupo hace que escucharlos sea una experiencia que se queda en corazón como ecos de guitarra. Hay otros muy buenos exponentes del fado pero para mí, no fácilmente llegan tan hondo como Madredeus, quienes además acompañan la experiencia de escucharlos con una sencillez y humildad que no se ve a diario.

Hablando de la canción en particular, pues...mejor me callo. Esta canción no necesita quien la defienda.

5. Seasons of love
Todo aquél que haya visto Rent estará de acuerdo en que esta canción es LA rola de la obra. Bueno, puede que para algunos no, pero para mi, definitivamente lo es.

Tiendo a ser mucho de canciones felices y ésta es por supuesto mi favorita entre ellas. Eso sin contar que coincide mucho con mi forma de vivir. Por favor, si alguien no ha visto Rent, rente (valga el juego de palabras) la película. O lánzese a Broadway a verla, si puede (y si todavía está en cartelera, no se). Es una experiencia que se queda mucho rato en el corazón. Y si además es usted bailarín, cantante o artista en general y/o es seropositivo o tiene en su vida a alguen que lo sea, sus lágrimas no serán inmunes a Rent. Tal vez experimente algún cambio y decida vivir un día a la vez.

Este video es la entrada de la película. Me encanta su simpleza y la idea del teatro vacío.

6. El tilingo lingo¿Por qué? Porque soy folclórico por naturaleza, porque quiero y porque me encantan las canciones felices, como ya he dicho. Es imposible no contagiarse con el ritmo de este son. Además me encanta su ironía, por aquello de "que lo puede zapatear tanto el chino como el gringo" cuando es uno de los sones más difíciles.
En esta ocasión no encontré ningún video que mostrara bien la música y el baile, pero no se puede tener todo.

7. En ti / Flaca o gordita
Hace unos días Angelito Mariconcha decía que la Tañón es la mejor mujer con la que le ha tocado trabajar. Yo creo también que esa mujer tiene un angel del tamaño de Puerto Rico, pero además, hay dos de las canciones que interpreta que calan muy hondo en mi. Es por eso que aquí hay un empate entre En tí y Flaca o gordita.
La primera es una de las canciones más bellas que haya escrito el Buki. El quería producirle un álbum a la Tañón y le insistió (tómala, cuantas quisieran eso). Es también una canción que me une profundamente a alguien, mucho más allá de las etiquetas de amor, amistad o pareja. De verdad, En tí es una de esas canciones que si eres afortunado, alguien te dedicará algún día. Y si eres sabio y más afortunado, llegarás al último día de tu vida como dice la canción.
No conozco al autor de Flaca o gordita pero el día que lo conozca, me le hinco o lo agarro a besos. Es una de esas canciones que con gran sencillez explica cosas importantes de las relaciones. Cuando recién la conocí, llegué un día a casa de mis papás y puse a mis papás y a mis padrinostíos a escucharla. La recompensa fueron las lágrimas de mi madrina que apretaba la mano de mi padrino y me decía "Le diste al clavo, mijito, le diste al clavo". El físico se acaba, chicos, por mucho que los cuidemos. En el ambiente gay, una canción como esta toma más relevancia aún.

4.17.2009

El soundtrack de tu vida (I)

En estos días de cerdos influyentes, tierras temblorosas y calor, en los que nada más estamos esperando a Godzilla o una nave de ET saliendo de lo que queda del lago de Texococo, prefiero cambiar un poco el mood y hacer un recuento chido.

La vida de todos siempre va acompañada de música, olores, sabores, texturas. Cosas que hacen que un momento sea único para nosotros y que nos definen, nos convierten en lo que somos. Para la mayoría de la gente que conozco, la música es uno de los factores que más marca etapas o momentos de sus vidas. Muchos hablamos del sondtrack de nuestras vidas, de hecho. En mi caso, mi historia podría contarse desde que tenía cinco años hasta el día de hoy hilando canciones. Así es que aquí va la primera parte de mi top ten.

1. Unicornio

Esta canción de Silvio Rodríguez, para los que no les guste la trova, es un himno para muchos seguidores y en mi caso no sólo me define, si no que me ha unido en varias etapas de mi vida a diferentes personas. Si no pregúntenle a Bocas, Kikakito, Peperrín y Sándor.

Para mí, la mejor interpretación es la de Tania en el disco de Alfonsina y el Mar XX años, pero no aparece ese video en TuTubo, así que este video en vivo hará las veces del otro.

Uff, se me encuera el chino.

2. Los pájaros perdidos

Astor Piazolla era un genio. Su música acompañando la letra de Mario Trejo hacen de este tango una pieza sublime. Conocí Los pájaros perdidos en mi último año de universidad, cuando mi maestra de danza en ese entonces me grabó un casette con música de la León y la Pineda, junto con los sones que tenía que ensayar. Yo ya era fans de la León y la Pineda, pero esta canción casi me arrancó las lágrimas la primera vez que la escuché. Como imaginarán, escuchaba más las canciones que las pistas que tenía que ensayar. Después, la canción se convirtió en un canto de vida que compartí en mi primera relación. Y yo sigo llorando cuando la escucho algunas veces.

Aquí está la canción con la que se ha vuelto (en México y otros países) su intérprete por excelencia: mi adorada Eugenia León.

3. La Bruja

Este son jarocho es la segunda canción que aprendí en mi vida. Tenía alrededor de cinco años cuando ya me sabía la letra, porque mi mamá la enseñaba en su escuela. La letra es al tiempo inocente y pícara, pero la música es mágica, hace que se muevan mis pies. Tuve la oportunidad de ensayarla (y nada más, porque La Bruja sólo la bailan mujeres) y era muy divertido. Los chicos terminamos haciéndolo mejor que las chicas. Si nunca la han visto bailar, DEBEN. Es uno e los musts de la danza folclórica jarocha.

Hay muchas buenas interpretaciones de La Bruja. Lila Downs canta una muy bella, también Susana Harp y Tania, aunque mi favorita es una de Eugenia León, que además ha grabado 297,451 versiones. Claro que no voy a llenar el post con videos de la León, así que les dejo esta virtuosa interpretación de Tlen Huicani y el Ballet Folklórico de la Universidad de Guanajuato.

Éste es mi top 3. En un rato o mañana platicaré del resto del top 10, porque el orden se me cuatrapea (existe de verdad "cuatrapea"?).

Todos los besos.

4.08.2009

El poder del ser

Hoy Bocas me recordó algo importante (Bocas busca su camino a la iluminación, así que regularmente me recuerda cosas importantes). Me recordó que no debemos exigirle a algo o a alguien que sea lo que no es. Hoy estuve a punto de ahorcar a Kabaí. Sí, así como suena, no es una metáfora. Quería regañarlo por los destrozos que hizo en casa y lo tomé por el cuello, pero mientras lo regañaba al perro le costaba más y más respirar. Asustado conmigo mismo lo solté y en ese momento sonó el teléfono. Era Bocas (Kabaí, le debes una) y bueh...su llamada me aclaró la cabezota.

Entre otras cosas me dijo que por mucho que quisiera a mi perro, no soy un entrenador de perros. Me dijo también que por mucho cariño que pusiera en educarlo, seguirá siendo siempre un perro y hará destrozos. Y me di cuenta que sentía que por estarlo educando yo (o en otras palabras, por ser mi perro) éste era especial. Y por supuesto que el Bonito es especial, pero lo es para mí. Y seguro será un perro diferente, porque su amo no es como el común de la gente. pero por lo demás, Kabaí es y será un perro, como cualquier otro. Esto me puso a pensar en como tratamos a los demás y esperamos algo de ellos. Incluso los que ya hemos aprendido a no esperar algo de los demás, de vez en vez actuamos como si tuviéramos la verdad absoluta en las manos. Y en mis saltos mentales, eso me llevó a pensar en como he descuidado últimamente el proceso de descubrimiento en el que estaba inmerso en los últimos meses.


En el proceso de cambio de chamba (entiéndase dejar la anterior a la fuerza) comencé a hacer mucha meditación. Esta meditación me puso muy en orden y reforcé cosas que ya conocía del poder de nuestros pensamientos. Los hechos me demostraron que un ser en orden atrae cosas positivas hacia sí y se desarrolla en armonía...y hasta ahí! En cuanto llegó una oportunidad de trabajo no lo pensé mucho y la tomé. Así también asumí que tenía la capacidad para convertirla en LA oportunidad y zas, pum, cuas: en menos de lo que lo escribo ya estaba en nueva chamba, con nuevas responsabilidades y dejando de lado el proceso de desarrollo que había iniciado. Llegó también Kabaí a mi vida después de desearlo sólo un par de días y ni siquiera pensé si tenía las condiciones para criar a un perriki. Más aún: días después de comenzar a coquetear con la idea de un novio, llegó Bailarín. Para más cambios hacia otro lado, comencé a reenfocarme más en el gym, con cambio fuerte de dieta y rutinas más pesadas. Por supuesto los cambios se hicieron notar pero (sí, también hay un pero) de nuevo hasta ahí. La búsqueda, el proceso, el viaje que había iniciado a nivel espiritual se quedó estancada.

No se si seré el único tarado que reflexiona sobre este tipo de cosas, pero creo que no. Mi punto es uno de los planteamientos filosóficos básicos: a qué venimos al mundo? Según yo, a dar y a aprender. ¿Se cumple eso sólo teniendo un trabajo, una familia o pareja y realizando actividades que nos satisfacen? ¿O es el resultado de nuestra actitud, independientemente de nuestro proceder diario? ¿Y para qué buscar la trascendencia? ¿No será eso de la trascendencia una chaqueta mental de algún monje egocéntrico? Xiale, regularmente no me hago preguntas y en este post llevo más que las que me he hecho en el último año.

En fin, el caso es que la vida me ha demostrado más de una vez que sí deseas algo con suficiente fuerza (o convicción o inocencia, como quieran) se convierte en realidad. Ahora entiendo que ese deseo convertido en realidad es sólo el resultado de un ser en armonía con su entorno. Veremos. Si estoy en lo correcto, serán testigos de sucesos interesantes que seguramente narraré en este su blog de confianza.

He dicho.