2.08.2010

Inventos que (sí) cambiarían al mundo I

EL TRADUCTOR DE PENSAMIENTOS

La inspiración es una amante caprichosa.

Cuando te dedicas a transformar ideas en palabras y viceversa, cuando le entras al cachondeo de la creación de historias, cuando te comunicas a través de lo que escribes, te das cuenta de lo que escribí al principio. Pero también te das cuenta, humano ingenioso que eres, que puedes utilizar medios para aprovechar al máximo su presencia, sus visitas o sus llamadas. Puedes inclusive, retenerla a la fuerza por instantes. A fin de cuentas es tu inspiración, no? Para ello escritores, periodistas, guionistas y demás fauna variada que desea atrapar a la inspiración antes de que se vaya, han utilizado por decenas de años los más variados instrumentos de captura: desde contar siempre con pluma y papel, hasta tener siempre la computadora portátil encendida, pasando por las grabadoras (portátiles también) y las notas de texto en los teléfonos móviles.

Sin embargo este humilde vomitador de ideas nunca ha comprado una grabadora y con frecuencia ya perdió la mitad de la idea cuando abrió su computadora portátil. Y el mundo se está perdiendo de grandes cosas. Entre otras, Todos los besos, Bienaventurada, El proyecto primogénito, El Otro y El Vengador estarían ya terminadas, si no publicadas, si existiera un artilugio capaz de transformar las ideas en texto. Y de hecho, no es tan difícil. La nanotecnología, los avances en redes neuronales y la comprensión actual de los procesos electroquímicos relacionados con el pensamiento me llevan a creer que estamos a pocos años de contar con un traductor de pensamientos. De hecho, mientras escribo esto también busco en la red y me acabo de encontrar con ésto. O sea que no estoy tan pirado. ¡Eso sí revolucionaría al mundo! ¿Saben cuantas mentes brillantes están perdidas por ahí, con miedo de expresar sus ideas? ¿Cuántas buenas ideas son desechadas al año por sus creadores, porque no tuvieron el tiempo de ponerlas en papel?


Ahora, que nuestra naturaleza humana es también nuestra mayor enemiga porque ¿Cambiaría el hecho de contar con un traductor de pensamientos nuestra disposición a expresarlos? No lo creo. ¿Pondría al alcance de más personas ideas que potencialmente mejorarían su calidad de vida? Puede que sí, pero adoptarlas dependería también de cada quien. Por último: democratizaría el acceso al conocimiento? Eso sin duda, sólo faltaría que la gente tuviera el deseo de tener acceso a dicho conocimiento y se diera cuenta de su poder. Pufff, kind of things that make me say XIALE. En fin, parece que tal clase de invento sólo le cambiaría la vida a tipos como yo, que no quieren que se les escapen las ideas. Y sólo beneficiaría a tipos como ustedes, que podrían tener una entrada diaria en este y otros blogs. Bueh, y publicaría mis novelas. Y me haría rico con ello. Claro y luego los gobiernos y las corporaciones buscarían generar una red para robarse las ideas y crear estados totalitarios (mmm, creo que eso ya existe). ¿Y los derechos mentales de autor? Sí, claro, luego saldrían con que Todos los besos se les ocurrió a Fabiruchis y Shanik Berman. Lo dicho: xiale. Creo que tendrán que seguirse chutando ocho o diez entradas por mes. Al fin que ni me pelan.

Ojalá no me lea Steve Jobs, ya le di ideas.

4 comentarios:

Jaime Rivera dijo...

Pues en cierto modo, ya hay tecnologías que leen los impulsos mentales y permiten controlar videojuegos, programas de computadora y otras cosas. Lo padre sería, como dices, que no fueran simples detectores de impulsos, sino que de hecho interpretaran lo que se está pensando.

Yo me daría por bien servido con una grabadora-reproductora de pensamientos, de manera que los mp3 mentales tuvieran grabaciones que no se escucharan con audífonos sino directamente en nuestra mente, y sintiéramos como si estuviéramos escuchando la grabación en vivo en el lugar donde se grabó. O que el video se reprodujera directamente en nuestra mente, como si lo viéramos con nuestros propios ojos.

Al mismo tiempo, el poder grabar nuestras ideas sería genial. Pero para eso falta mucho porque al parecer no hay un estándar mental. Todos pensamos diferente y sería increíblemente difícil hacer algo como lo que te digo.

Gus dijo...

Jaime:

No lo veo tan difícil, eh? Creo que en unos dez años estaríamos muy cerca de ello. Lo que no se es si los tecnólogos buscarían investigar o desarrollar más en ese campo.

Unknown dijo...

mmm. no, no creo que quisiera uno, amo tanto mi confusión mental , y de ahí me sale toda la verborrea que es por eso en letras , que me daría flojera….ooops! lo pensé o lo dije!

menos uno, todos los besos!!!

jajajajajaja

Gus dijo...

Toño:

Pos por eso lo digo, serviría para aprovechar las ideas que no alcanzas a poner en papel, físico o virtual.

Pos yo si quiero uno.

Todos, todos los besos