5.15.2009

El digno oponente


Mucho he hablado pero poco he escrito sobre el concepto de El Digno Oponente. Y en estos días el tema estuvo en el aire, por eso escribo este post.

¿Qué es El Digno Oponente, así con mayúsculas? Si concebimos la vida como una sucesión de batallas, un Digno Oponente es aquella persona contra quien vale la pena librar dichas batallas. Y ese "contra" es real en el sentido de que se trata de un reto, de un proceso de aprendizaje. El Digno Oponente puede ser tu pareja, un familiar o un amigo y la batalla a librar la eligen ambos.

En las relaciones siempre le he hablado a la gente que me pide consejo sobre este concepto. ¿Por qué? Porque la persona con la que compartes vida, además de ser tu compañero, debe representar un reto para tí. Ser un Digno Oponente de tu pareja no significa sólo ser su complemento, su amigo o su amante. Significa librar una buena batalla todos los días, en los que ambos aprendan algo. Significa tener que reconquistarse mutuamente de vez en vez, significa generar un reto intelectual, emocional o hasta físico para aquél con el que compartes vida. Significa inspirarlo y emocionarlo.
Y es que en las relaciones en las que alguno de los dos no es Digno Oponente del otro, terminan diluyéndose o fracasando. Aunque también pueden existir parejas que fueron Dignos Oponentes durante un tiempo, después alguien jugó sucio y la relación termina, pero no por ello significa que alguno de los dos no estuvo a la altura mientras estuvieron juntos. No se trata aquí de quien es mejor o peor o de los conocimientos o el nivel intelectual o socioeconómico de cada quien. Se trata de su HACER. He visto parejas en las que los dos eran muy similares y se estancan. Saben exactamente que esperar del otro, que hará, como se comportará. No hay sorpresas. No hicieron algo para librar una buena batalla, no fueron un reto para el otro.

Vengo de un linaje de muy Dignos Oponentes y eso me da orgullo. Mis abuelos maternos fueron un ejemplo de los que duran hasta el final. En el caso de mis abuelos paternos, a pesar de su divorcio, siguieron siendo muy Dignos Oponentes. De mis padres ni hablo, a la buena o a la mala, Dios sabe que esos dos han librado El Buen Combate.

Por mi parte, he sido muy afortunado. En mis relaciones de mi pareja y noviazgos he tenido varios muy Dignos Oponentes (no todos, pero varios). Y aunque no todas esas relaciones terminaran bien, los involucrados estuvimos a la altura mientras duró. Y hoy tengo otro Oponente muy a la altura. Y ambos sabemos que no importa si esta relación dura un mes o diez años más, dimos siempre buena batalla (tómala!).

Tienes que estar preparado para librar El Buen Combate (para estar a la altura, pues). No se trata de ponerte más bueno, ser más instruido o más cool. Se trata nada más de ser la mejor versión de ti mismo que puedas ser. Así, cuando alguien "busque pelea" serás un buen rival entre los rivales. Serás un Digno Oponente.

5 comentarios:

anasate dijo...

Corazoncito, like always, tus palabras son tan ciertas, pues cuando no encuentras el digno oponente, las cosas no resultan, o al principio si, pero despues te das cuenta que no valió la pena el esfuerzo, pues solo hubo juego de una parte. Por eso hay que disfrutarlo cuando lo encuentras dure un dia o toda la vida.

Anónimo dijo...

mmmm imaginate andar por la vida pensando en función de "batallas", "ser el mejor", "dar la pelea", "el mejor rival entre los rivales", no no no no.

Eso funciona para los animales y está en relación al celo, necesidad de poseer, guiar a la manada, el macho alfa dominante, etc... Sin embargo, en los seres humanos el sentimiento se llama AMOR y es mas profundo: toca almas y mentes y todo lo trastoca: Te puedes enamorar de un superdotado o de un completo equis; los hay quienes se enamoran de su sirvienta o de su guardaespalda o de su estilista.

El verse como "dignos oponentes" me recuerda a aquellos bugas que durante el noviazgo dan "su mejor cara", "su mejor versión", pero ya casaditos surgen los verdaderos YO.

...la cosa es mas simple: amas y te aman tal cual eres o no hay amor.

Gus dijo...

Estimado Anónimo:

Todos los puntos de vista son siempre bienvenidos. Sin ambargo si deseo aclarar algo, puesto que veo que no has comprendido mi punto: todo este rollo es conceptual.

Por lo anterior, justamente me das todas las herramientas para reforzar lo expuesto porque
1. No se trata de andar por la vida pensando nada. Si lees con atención, hablo de HACER.
2. Te recomiendo leer con atención nuevamente todo el post, puesto que tampoco hablo de poner la mejor cara. De hecho, aclaro en dos ocasiones que la cuestión del oponente no tiene que ver con el nivel socioeconómico, intelectual o de instrucción. Por lo tanto los comentarios sobre los completos equis, las chachas y dar "la mejor cara" no viene al caso.
3. En el último párrafo, soy específico respecto a que no se trata de ponerse más bueno o ser más listo. Éste es un proceso individual, creado por ese AMOR que mencionas en mayúsculas. Pero el amor debe nacer de ti y entonces fluir hacia los demás.

En fin, creo de hecho que leíste otro blog y veniste a comentar éste, cosa que de todas formas se agradece.

Un abrazo!

Joalh dijo...

woow!!!... me quede frio!, me llego el post! tienes toda la razon, la "pelea" constante es el mejor ejercicio se sobrevivencia en una relacion, esa pelea por el crecimiento mutuo....

pero crees que es bueno... "picarle la cresta" a tu pareja para que pueda ofrecerte la batalla que necesita tu relacion en ese momento???

Gus dijo...

Joalh:

Gusto tener gente nueva en la parroquia.

No, definitivamente no creo en aquello de picar crestas. Un tío y un vecino criaban gallos de pelea y no tengo muy lindos recuerdos de ello. En lo que sí creo es en ofrecer un buen reto (de nuevo, los procesos van de adentro hacia afuera, así que no pidas nada: haz tu parte y verás el resultado).

Zas! Soné al disco de Reflexiones de Mariano 3, jajaja!