12.04.2009

De botellas con apéndices

Venía regresando con Kabaí a casa y no se ni por qué, recordé el primer cuento que conté. Y digo conté porque tenía tres años y no sabía escribir aún, así que mis cuentos se los dictaba a mi mamá. El cuento se llama "La botella de tres patas" y no recuerdo bien de que trata, sólo que mi hermana era mi musa, como diría mi abuela paterna (mamá, dónde quedaron esas cosas???).

Recordé claramente el momento en el que veíamos todos la hoja con mi ilustración (sí, dibujaba a los tres años!) en casa de mi abuela materna.


El tiempo ha pasado. Aprendí a escribir a los cinco años. Mi abuela materna murió hace casi diez años y mi abuela paterna pasa sus últimos días prisionera de su cuerpo, postrada en una cama sin poder hablar ni moverse. Mi mamá ya no escribe mis historias y mi hermana está lejos de ser mi musa, pero es una de mis buenas amigas. Y el niño que dictaba historias fantásticas sigue aquí y sonríe cuando le escribo esto.

Si hay alguien que me lea, me gustaría preguntarle ¿Dónde está el niño que eras cuando tenías tres años?

10 comentarios:

ASIG dijo...

Pues anda algo escondida por allí... En ocasiones sale y se rie, de sucesos imprevistos, a carcajadas sin importar el lugar y luego se vuelve a esconder... Quisiera muchas veces que estuviera más presente...

Jaime Rivera dijo...

Creo que nunca se fue. Yo pienso que soy la misma alma vieja desde que era bebé. Recuerdo detalles que no debería de recordar y cosas que pensaba a esa edad que un niño de 3 años normalmente no creo que piense... Yo soy el mismo, nomás que con experiencia. Suena aburrido, pero no.

Noé dijo...

Està presente la mayor parte del tiempo. Siempre aparece en los dìas nublados, porque la mayor parte de los recuerdos que tengo de esa etapa son, curiosamente, en días nublados. Aparece también para sorprenderse de cosas que para los demàs pueden pasar desapercibidas. Y también aparece en algunos momentos de inseguridad o temor. Pero más en los de felicidad espontánea =)

Gus dijo...

Sofía:

Qué gusto contar con lectoras nuevas en el blog (o al menos nuevas en comentar). Y veo que además de nueva, guapa. Estoy de acuerdo, hay que dejarlo salir más amenudo.


Jaime:

Te entiendo, aunque no lo creas.


Noé:

En mi caso el disparador de muchas cosas son los días soleados, curioso.

Besotes de finde para todos!

Saludos dijo...
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Unknown dijo...

MMM..el niño de 3 que era de repente se me pierde de vista pero a veces regresa y se pierde horas en los pasillos de juguetes del centro comercial, o de plano se pone a garabatear con alguna crayola que el adulto de 35 se roba de algún restaurante…el caso es que nunca anda muy lejos.

Champy dijo...

No se.

A veces me da miedo no saber de él.

A veces me siento culpable porque de tanto viaje yo solito lo perdí.

A veces pasa por mi mente que nunca tuve 3 años.

Veo fotos y no me conosco.

2046

Gus dijo...

Querido Champs:

Suele pasar así (a algunos). Pero sé que ves fotos y te conoces, nomás te olvidas.

Gus dijo...

Mi Toño:

Eso es padre, que nunca ande muy lejos.

Saludos dijo...
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