Todos somos bastardos

bastardo, da.

(Del fr. ant. bastart).

1. adj. Que degenera de su origen o naturaleza.

Soy poco de hablar de cine (no me pagan por ello), pero no quiero dejar de escribir un poco al respecto, como he debido de hacer otras veces. La semana pasada Gil y yo volvimos a salir al cine después de más de mes y medio de no hacerlo juntos y las dos películas que vi fueron una gran recompensa por la espera. Aunque tratan de temas en apariencia muy diferentes, podrían estar hablando de lo mismo.

Los bastardos de Tarantino

A estas alturas nadie duda que Quentin Tarantino es un genio. Puede que a algunos no les guste la brutalidad de algunas escenas dentro de sus películas, pero no están nada lejos de lo que miles viven a diario. Mucho más allá de ello, en Bastardos sin gloria Tarantino utiliza al cine para uno de sus fines últimos: crear una realidad alterna. En la Francia ocupada por los nazis, en una guerra brutal (como cualquiera lo es) inserta a un grupo de asesinos brutales como el único medio para dar revancha a un enemigo que parece, en ese momento, imposible de vencer. Replanteando aquéllo de "la violencia sólo genera más violencia", Bastardos sin gloria nos dice "la violencia sólo se combate con más violencia, hasta que el más fuerte o el más hábil gana". Pero Tarantino, como es usual, no se queda en la vil descripción de actos violentos. Haciendo nuevamente cine dentro del cine, nos muestra a una heroína a la que la vida le da la oportunidad de vengarse del régimen y la persona que deshicieron su vida cuando niña, utilizando al cine para ello.

Enlazando historias en su muy particular estilo (por cierto, Joalh, "tarantinesco" es un halago para mi, no una ofensa) y con base en maravillosas actuaciones, fotografía y música, Tarantino nos muestra una historia en la que los odios y las ambiciones de todos los protagonistas no harán más que regresar a ellos convertidos en algo más grande. Pero sobre todo, nos da la oportunidad de una revancha, de una realidad alterna sin explicaciones y sin concesiones. Nos da la oportunidad de ver la historia como a nosotros, los de acá, nos habría gustado que fuera. Para darnos cuenta de que en la guerra, al final, nadie sale ganando.

Los bastardos de Blomkamp

Apadrinado por Peter Jackson, Neill Blomkamp nos muestra una visión que no veo alejada de lo que podría ocurrir en el caso de que seres de otro planeta llegaran al nuestro sin intenciones hostiles.
Sector 9 no te da pausa. Nos muestra la pequeñez de mente de una humanidad que ante la oportunidad de recibir a alienígenas en nuestro mundo cuando su nave queda varada sobre Johannesburgo (chido, no es NYC), lo único que hace es rechazarlos, excluirlos, negarlos. En un mundo donde lo que todos quieren es sacar ventaja, los muy inocentes langostinos se ven forzados a vivir en condiciones deplorables y las decisiones respecto a sus vidas son tomadas por una corporación (les suena?).
El protagonista humano, como un moderno Gregorio Samsa, comenzará a convertirse en algo que no desea. La corporación buscará tomar ventaja del hecho, con una frialdad y crueldad que cada día se nos hace más común. Sin embargo, conforme el protagonista comienza a convivir con un alienígena y su hijo, irá pasando de ser apocado e indiferente a ser valiente y sensible. Conforme va dejando de ser humano, se va convirtiendo en lo que "humano" verdaderamente significa. Porque en esta película, la raza humana no es algo a lo que me enorgullezca pertenecer.