10.02.2009

2 de Octubre no se olvida

Hace exactamente 14 años llegué a esta ciudad con una maleta pequeña, muchas ideas sobre lo que quería hacer, con ilusiones y temores por igual. El 2 de Octubre era una fecha significativa para mi, pues cuando conocí la historia de la matanza y la barbarie del 68, a mis tiernitos 15, la manera en la que veía a mi país y al mundo cambió para siempre. Después de leer La noche de Tlatelolco, mis asombrados ojos se abrieron a un mundo del absurdo, de la intolerancia, de la injusticia y la represión que me era muy difícil comprender. Me topé con un país de mudos que lloran calladamente, esperando el siguiente golpe.


Pero hoy no escribo de ése, el más triste y ruin de todos los 2 de Octubre de la historia. Escribo del que me trajo aquí y de las consecuencias. Yo traía mis planes, pero esa ciudad ya tenía los suyos para mi. Aquí conocí el amor o por lo menos lo vi a los ojos por primera vez. Y junto al dueño de esos ojos recorrí caminos que nunca había imaginado que existían. Fuimos palabras que crearon su propia historia. También es aquí donde más canciones se agregaron al soundtrack de mi vida. Viviendo aquí entendí que tu familia no sólo es aquélla a la que te unen los lazos de sangre. Esta ciudad me ha dado la oportunidad de crear en su vientre la historia que había imaginado. Y conocí a mi querida Alicia, que ha sido testigo de mis risas y mis lágrimas, de mis encuentros y mis adioses. Y sus calles me han traído nuevos amigos. Algunos se han ido, otros parece que siempre hubieran estado cerca.

En las tardes soleadas de mi ciudad he caminado llenando de sonrisas sus avenidas y sus ecos me acompañaron cuando me convertí en una más de sus criaturas de la noche. Aquí me convertí también en Ingeniero, en vendedor de cosas que no se pueden ver ni tocar, de cosas lujosas y hasta en vendedor de sueños. Aprendí que pocas cosas son para siempre y conocí a un nuevo compañero de ruta. Supe también lo que era vivir lejos de esta ciudad y hasta extrañarla. Extrañarla.

Cuando llegué aquí, decidí darle diez años a esta ciudad. Después me movería seguramente a un lugar más tranquilo. Pero creo que ella ha decidido darme más tiempo a mi que el que yo tenía planeado darle. Así es ella, cuando le das una oportunidad, regularmente te devuelve una más grande.

Hoy que aparezca esto en el blog no será más 2 de Octubre. Así que ya seré más chilango que de cualquier otro lugar. Y me sentiré también un poquito más afortunado.

4 comentarios:

Lucho dijo...

Que onda!!
Que bueno qeu volviste al blog!

wey.. a poco no está increible vivir acá?
con todo y el tráfico, la mugre, los rateros..
yo amo mi ciudad..
me he ido algunos meses y regresé con más gusto

neta que está increíble lo malo es que no muchos la valoran..
que bueno que estás acá!
y que no te has ido!
XOXO

Gus dijo...

Jejeje. Y al parecer no me iré en un par de años más, Luchito.

Un abrazote.

Carlos dijo...

creo que esta ciudad te deja tantas cosas, y bueno yo que practicamente he crecido por aqui, son batsantes los recuerdos jaja saludos

Noé dijo...

Gus:
Bien dicen por ahí "Home is where the heart is". Sí, aunque se oiga sha la la. Me gusta la nueva imagen de tu blog. Y también me gusta que estés de vuelta (no devuelta...bueno, eso ya es cosa tuya, jaja). En mi caso, por ejemplo, ya siento que no soy ni de aquí ni de allá (añádanse trenzas en esta frase :P). No me adapto del todo a esta ciudad y extraño mi Tabajjco adorado. Pero si estoy allá, ya no me hallo :s Creo que es un proceso paulatino. Tú no olvidas tu 2 de octubre. Creo que yo no olvidaré mi 29 de julio. Besos peregrinos :P