Después de un final de temporada chido, con tantos comentarios bonitos y nada más por decir, cuando es sabido que en este blog casi no toco los temas políticos o sociales en boga, cuando ya ando deseándole a todo mundo felices fiestas, me topo con ésto:
Las bodas gay, una estupidez, considera Onésimo Cepeda
El Sol de México
Ecatepec, México.- El obispo Onésimo Cepeda Silva calificó como una "estupidez" las bodas entre dos personas del mismo sexo, e indicó que no existen bodas "gay" sino sólo sociedades de convivencia.
Después de que el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), aprobara las modificaciones al Código Civil local, en el cual se permite las bodas entre personas del mismo sexo, así como la adopción de niños, el Obispo de esta localidad, precisó que "se me hace una estupidez, por una simple y sencilla razón, porque no es un matrimonio, entonces si no es un matrimonio no se puede formar un hogar y si no puede formar un hogar, no pueden tener hijos".
y con ésto:
Critica Norberto Rivera las bodas gay
Poco después de que se aprobó en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal las bodas de homosexuales y se abrió la posibilidad que esas parejas puedan adoptar niños, el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, difundió un comunicado en el que criticó tal decisión.
En el escrito, monseñor Rivera Carrera hizo hincapié en que esa reforma no sólo es inmoral, sino que golpea en su estructura más íntima a las familias mexicanas.
Reproducimos a continuación la parte medular del comunicado:
"Esta ley ha abierto las puertas a una perversa posibilidad para que estas parejas puedan adoptar a niños inocentes, a quienes no se les respetará el derecho a tener una familia constituida por una madre y un padre, con los consecuentes daños psicológicos y morales que provocará tal injusticia y arbitrariedad".
Bien. A través de este medio quiero invitar de la manera más cordial y respetuosa a Onésimo, a Norberto y a las huestes que apoyen sus argumentos que procedan A CHINGAR A SU MADRE. Y aguas, que respeto como nadie el derecho que todos tenemos a expresar nuestras ideas y respeto muchísimo TODAS las religiones, pues la base de todas es una interpretación de la verdad. Las religiones son un fundamento importantísimo para la humanidad, son nuestra manera de explicarnos a nosotros mismos. Y el fundamento básico de todas es el amor por el ser. Tantán. Todo lo demás son perversiones, interpretaciones y modificaciones humanas. Así que Onésimo, Norberto y amigos que los acompañan: no mamen su pito. Porque lo peor no es que lo digan, lo peor es que tienen a una bola de borregos (más del 60% de la población mexicana) haciendo caso a lo que dicen. Por eso tenemos el país que tenemos. Por eso tenemos el planeta que tenemos.
No me malinterpreten, Onésimo, Norberto. Entiendo perfectamente que tienen que defender los dogmas de la institución para la que trabajan, pero todas las instituciones (incluídas las Iglesias) tienen que evolucionar, adaptarse, es un proceso natural. Pero su misma cerrazón al cambio les está bajando el rating ¿O permitirían ustedes ahora que mujeres católicas murieran apedreadas en el nombre de Dios? ¿O siguen proclamando que hay alimentos impuros? Si se ve que lo que más tragan son, en efecto, alimentos impuros. Fíjense bien, ustedes están haciendo uso de su derecho, pero sobre todo de su poder. Aprovechen que tienen apendejados a sus fieles, porque igual dentro de muy poco, si ustedes dicen que el matrimonio entre personas del mismo sexo es una estupidez, alguno les conteste en misa que el celibato es una mamada que ni ustedes se creen. Y conozco a varios amigos a los que se los chingaban los curas de sus retiros o escuelas. ¿Y se atreven a hablar de daños psicológicos para niños con dos padres o do smadres? Entonces, ustedes pueden en lo oscurito pero los que admiten su preferencia transparentemente están mal, por lo que veo. Predicar con el ejemplo. Porque según yo, amor, armonía, paz y respeto van de la mano con tolerancia. Predicar con el ejemplo. Porque si se trata de creerles, con tantito que me ponga a pensar, no le haría mucho caso a un gordito que se ve a dos pasos de un infarto. Si él no cuida su cuerpo, que es el lugar en el que vive, el templo que Dios le dió, pues está cabrón que pueda cuidar a un rebaño.
Pero éste es sólo mi desahogo. Yo, al igual que muchos, seguiré mi vida igual con y sin bodas gay y con y sin sus comentarios. Pero muchos otros no. A un montón de creyentes ignorantes de éste y otros países sí les importa lo que ustedes dicen. Lo creen. Por ello, si tuvieran un poquito de responsabilidad, buscarían construir, en vez de destruir. Buscarían unir, en lugar de separar. Buscarían fomentar el amor y no la incompresión. Pero en realidad no les importa. Como creo que en el fondo tampoco les importan las bodas gay, pero tienen que defender una postura. Y eso es lo verdaderamente triste.